FIESTA Cara muda, labios carnosos, ojo ciego, corazón ardiente. Mano inquisidora, lengua suspicaz, tus labios cárnicos repasando mi ciego corazón. Una copa en la mano, en alto, celebrando la muerte y tu vida, mientras esa lengua me remueve por dentro y apaga este virus en fuego. Fiesta. La vida es una canción que hace pop o reguetton, y que resuena por todas las calles pobres de mi país pobre, pero tú solamente deseas manos lascivas, el fuerte olor de mi sudor resbalando desde ojos mudos. Quizás los amigos desertaron espantados ante el ímpetu del alma, ante el arrebato de los sentidos desprovistos de sosiego, pero ahora levanto esta copa y celebro al amor, mi amor, que habrá de sucumbir a las fiebres plagadas de ensueño. El frio invernal vendrá y se instalará en este año, porque dentro de mi habitación sólo habita hielo, la hiel de los que me odian constantes. Admiro a los que me provocaron dolor, todavía los recuerdo, a ellos, durante esta melodía pum pum, bajos y agudos estride...
FATAL ENSUEÑO- relato Esa mañana, el Doctor Godoy se levantó con el alba colgándole espesamente de las pestañas. Pocos segundos después , y poco a poco, fue abriendo los ojos delicadamente, y la vista se le laceró por el resplandor del día que asomaba radiante . Inmediatamente se dio cuenta que lo que había vivido minutos antes no había sido solamente un sueño: el amor de su vida, ese ser extraordinario que lo seducía intensamente, y que él deseaba con cada nervio y músculo de su cuerpo , -extraviándolo hasta de los linderos de la locura-, ya no existía a ll í, ya no podía divisarlo a ll í del lado de la realidad; Ella ya no estaba mas . “Todo fue un sueño” -se dijo en voz alta -, acongojado, triste y deprimido. Entonces, v encido, y con los brazos colgándole a los costados, tal un monigote de trapo, se dirigió a la alacena de escalpelos filosos y rutilantes, tomó uno, el más liviano y más alargado, y cortó su carótida sin mayor complicación o dolor...